En el relato de cómo la nación de Israel atraviesa en seco el Mar Rojo se dice que un “recio viento oriental” fue el que dividió las aguas y unos versículos más adelante Moisés dice que fue el “soplo de tu aliento”
Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.
Éxodo 14:21
Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;
Se juntaron las corrientes como en un montón;
Los abismos se cuajaron en medio del mar.
Éxodo 15:8
Sin embargo en estos pasajes describen cómo se dividió y congeló el Mar Rojo
Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.
Éxodo 14:21-22
Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda.
Éxodo 14:29
Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;
Se juntaron las corrientes como en un montón;
Los abismos se cuajaron en medio del mar.
Éxodo 15:8
Estos textos dicen no solamente que había paredes de agua a ambos lados, sino que dice que eran como muros y que el agua de los abismos se cuajó (endureció); estas características son compatibles con lo que dice el libro de Job sobre el “soplo de Dios”
Por el soplo de Dios se da el hielo,
Y las anchas aguas se congelan.
Job 37:10
¿De qué vientre salió el hielo?
Y la escarcha del cielo, ¿quién la engendró?
Las aguas se endurecen a manera de piedra,
Y se congela la faz del abismo.
Job 38:29-30
Un fenómeno similar podría haber contribuido con la disminución de las aguas del diluvio de Noé formando los cascos polares.
Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.
Génesis 8:1
¿Has entrado tú los tesoros de la nieve
O has visto los tesoros del granizo,
Que tengo reservados para el tiempo de angustia,
Para el día de la guerra y de la batalla?
¿Por qué camino se reparte la luz,
Y se esparce el viento solano sobre la tierra?
Job 38:22-23
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