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¿Están las Doctrinas de la Gracia en Juan?

Depravación | Inhabilidad Total y Expiación Limitada

La salvación no depende de ninguno de nosotros, es únicamente por la voluntad de Dios.
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Juan 1:11-13
Cualquier cosa, aún la fe salvadora, es otorgada por el Señor.
Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él. Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.
Juan 3:26-27
La condenación del pecador ya está sobre su cabeza de antemano.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Juan 3:16-18

Elección Incondicional y Gracia Irresistible

No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Juan 15:16
La muestra de la elección de Dios es que, al presentarnos a Cristo, creemos en Él para salvación.
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y ésta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido? Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre. De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
Juan 6:35-47
Incluso en la oración intercesora de Cristo se puede apreciar la diferencia entre los escogidos y los demás.
He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.
Juan 17:6-12
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
Juan 17:24
El sello distintivo de que somos de Cristo es que lo escuchamos.
Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
Juan 18:37

Perseverancia de los Santos

El que es de Cristo permanece en Él
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.
Juan 10:25-30

Resumiendo…

La condenación está sobre las cabezas de los que se pierden, aún antes de rechazar el mensaje de Cristo; sin embargo la muestra de que hemos sido elegidos por el Señor para salvación es que escuchamos a Jesús y creemos en Él para la salvación de nuestras almas.
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Juan 10:14-18
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.
Juan 10:25-30
Nuevamente, además de encontrar en un solo pasaje el resumen de las doctrinas de la Gracia (Depravación | Inhabilidad Total, Elección Incondicional, Gracia Irresistible, Expiación Limitada y Perseverancia de los Santos), es posible notar que la Iglesia no era el Plan “B” de Dios, sino que estaba en Su Voluntad desde el inicio.

¿Están las Doctrinas de la Gracia en Mateo?

En el Evangelio de Mateo es posible observar la Soberanía de Dios en la elección de los individuos para salvación, la exclusividad de la obra salvadora de Cristo para con ellos y el pleno control y conocimiento de los eventos por venir.

Depravación | Inhabilidad Total y Gracia Irresistible

Mateo no había hecho nada en particular para ser merecedor del llamamiento de Cristo, sino que era un publicano que estaba ocupándose de sus negocios y no de su eternidad. Por tal motivo es que Jesús debe llamarlo estaba sumido en sus propios deseos, si Cristo no lo llama tal vez nunca le hubiera visto) e inmediatamente Mateo lo dejó todo.
Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió
Mateo 9:9
La convicción de que Jesús es el Cristo, el Salvador, el Redentor, nuestro Único Camino al Padre se revela al ser humano por medio de una obra especial del Señor ya que por nosotros mismos somos incapaces de reconocerlo.
Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Mateo 16:13-17

Elección Incondicional

El poder discernir las verdades espirituales de las parábolas estaba reservado únicamente a aquellos que estaban destinados para salvación.
Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo:
De oído oiréis, y no entenderéis;
Y viendo veréis, y no percibiréis.
Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,
Y con los oídos oyen pesadamente,
Y han cerrado sus ojos;
Para que no vean con los ojos,
Y oigan con los oídos,
Y con el corazón entiendan,
Y se conviertan,
Y yo los sane.
Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
Mateo 13:10-16
No todos aquellos que profesan el Nombre de Cristo son de Él, sino solamente los escogidos. Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.
Mateo 20:16
Hasta el más pequeño detalle está bajo el control de Dios y no solamente ya está preparado por el Señor, sino que también ha designado -escogido- quién lo cumplirá.
Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.
Mateo 20:23
Nótese que se Jesús habla de los “escogidos” de Hijo del Hombre. En este texto también es posible observar que los “escogidos” lo son -perseveran- hasta el final de los tiempos
E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Mateo 24:29-31

Expiación Limitada

La obra salvífica de Cristo no es para todos ya que Jesús vino para “salvar a su pueblo de sus pecados”.
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados
Mateo 1:21
Cristo no vino para rescatar a toda la humanidad, sino solamente a algunos.
como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Mateo 20:28

Resumiendo...

Tal como sucede en el evangelismo, la “invitación a las bodas” consiste en un llamamiento general en donde se le invita a todos a venir al Señor, sin embargo aún entre los que se acercan hay algunos que no han sido escogidos -y por lo tanto no están preparados- para el convite, siendo desechados.
Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad. Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
Mateo 22:1-14
En el texto anterior también podemos notar el paralelismo existente en la forma en la que el Evangelio fue predicado en el primer siglo, tal como lo registra el libro de los Hechos: los convidados a las bodas no quisieron asistirla nación de Israel no quiso estar en comunión con el Señor) y por lo tanto la invitación se extendió a todos (Judíos y Gentiles), pero solamente unos pocos escogidos forman parte del convite (la Iglesia).
Deseo dejar esto en claro porque para algunas personas la era de la Iglesia es el “Plan B” de Dios porque los judíos truncaron Su “Plan A”. El rechazo de la nación de Israel siempre formó parte del Plan del Señor al igual que la Iglesia.

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Si bien el Libre Albedrío como tal no se menciona en las Escrituras. Sin embargo la libertad de elegir entre el bien y el mal si está prese...